La FIFA ha hecho esfuerzos para abordar las preocupaciones en materia de derechos humanos, incluida la implementación de una Política de Derechos Humanos de la FIFA para los anfitriones de la Copa del Mundo. Sin embargo, los críticos argumentan que la FIFA no ha hecho lo suficiente, especialmente cuando se trata de países como Arabia Saudita, donde prevalecen los problemas de derechos humanos. Como resultado, los llamados a boicotear a la FIFA en Arabia Saudita han ganado fuerza, y muchos exigen que la FIFA responsabilice a los países anfitriones por sus registros de derechos humanos antes de otorgarles eventos tan prestigiosos.