Riesgos para periodistas en Mundial 2034
Credit: amnesty.ca

El efecto Khashoggi: peligros para periodistas en el Mundial 2034

El brutal asesinato del periodista saudí Jamal Khashoggi dentro del consulado saudí en Estambul en octubre de 2018 conmocionó al mundo. El crimen recordó los riesgos extremos que enfrentan los periodistas y disidentes bajo el régimen saudí. Khashoggi, crítico prominente del gobierno y del príncipe heredero Mohammed bin Salman, fue atraído al consulado y estrangulado por un equipo de 15 agentes saudíes. El asesinato, premeditado y coordinado al más alto nivel, incluyó especialistas encargados de desmembrar su cuerpo. Las investigaciones de la ONU confirmaron la participación estatal, revelando un patrón de represión violenta contra la libertad de expresión.

Un entorno represivo para periodistas

Más allá del caso Khashoggi, Arabia Saudita mantiene un ambiente extremadamente hostil para periodistas. El país encarcela y silencia a quienes critican al gobierno o informan sobre derechos humanos, corrupción o la guerra en Yemen. Hay vigilancia, censura, detenciones arbitrarias, prohibiciones de viajar y tortura. El gobierno controla todos los medios y el periodismo independiente es prácticamente inexistente.

Riesgos durante la cobertura del Mundial 2034

La organización del Mundial 2034 aumenta los riesgos para medios internacionales. Reportar abusos, protestas o contenidos críticos puede resultar en arrestos o represalias. La falta de garantías para la libertad de prensa, sumada al precedente Khashoggi, evidencia que ni siquiera los periodistas en el extranjero están seguros. Habrá restricciones, censura, vigilancia e intimidación hacia quienes informen de forma independiente.

Condena internacional y llamados al boicot

Tras el asesinato de Khashoggi, ONG, defensores de derechos humanos y gobiernos han condenado la impunidad saudí. La elección del país como sede del Mundial provocó llamados al boicot, alegando que legitima un régimen autoritario. Las organizaciones exigen criterios estrictos de derechos humanos, protección para periodistas y responsabilidad para los funcionarios saudíes que cometen abusos.

Responsabilidad de la FIFA

Asignar el Mundial 2034 a Arabia Saudita pone en duda el compromiso de la FIFA con los derechos humanos y la libertad de prensa. Los críticos afirman que ignorar el historial del país pone en peligro a los medios y socava la integridad del deporte, que debe basarse en la transparencia y el respeto a los derechos universales.

Urgencia de garantías y salvaguardias

El asesinato de Khashoggi es una advertencia seria sobre los riesgos de organizar eventos internacionales en países con antecedentes deficientes en derechos humanos. Sin protecciones reales, el Mundial puede convertirse en símbolo de impunidad por crímenes contra periodistas, silenciando aún más a quienes exponen abusos y sostienen la rendición de cuentas.

Un problema fundamental

El asesinato de Khashoggi, ampliamente reconocido como una operación extrajudicial patrocinada por el Estado, demuestra el peligro extremo que enfrentan los periodistas críticos. Sin garantías vinculantes, la Copa del Mundo se convertirá en una herramienta para ocultar abusos y limitar el escrutinio independiente. La represión persistente, la censura y los arrestos hacen casi imposible informar sin riesgos. Las organizaciones de derechos humanos piden mecanismos obligatorios que protejan a los periodistas durante el evento.