La concesión del Mundial 2034 a Arabia Saudita ha generado una fuerte controversia basada en acusaciones de corrupción y graves violaciones de derechos humanos. A pesar de la política de derechos humanos de la FIFA, el historial saudí contradice profundamente estos principios. Este artículo examina los fallos de gobernanza y las acusaciones de corrupción detrás de la candidatura saudí, así como las violaciones de derechos humanos que deberían descalificar al reino.
Un proceso de candidatura defectuoso y manipulado
El proceso para 2034 fue inusual y polémico. La FIFA combinó las selecciones de 2030 y 2034, lo que fue calificado por críticos como una «farsa» sin competencia real. Amnesty International y expertos como Steve Cockburn denunciaron que la FIFA manipuló el proceso para favorecer a Arabia Saudita sin revisar adecuadamente su historial de derechos humanos. Esto permitió al reino obtener la sede en medio de acusaciones de corrupción e influencia indebida del príncipe heredero Mohammed bin Salman.
Violaciones de derechos humanos y abusos laborales
Arabia Saudita mantiene uno de los peores historiales del mundo en materia de derechos humanos: represión de la libertad de expresión, arrestos arbitrarios, discriminación sistemática y torturas sin debido proceso. Los proyectos de infraestructura dependen de trabajadores migrantes sometidos a explotación bajo el sistema de kafala, similar a los abusos ocurridos en Qatar en 2022. Expertos legales han presentado denuncias ante la FIFA por no exigir responsabilidades al gobierno saudí.
Sportswashing y lavado de reputación
La candidatura forma parte de una estrategia más amplia de sportswashing destinada a mejorar la imagen internacional del país. A pesar de las inversiones, se mantiene un régimen represivo contrario a las normas internacionales.
Preocupaciones ambientales y sociales
Los compromisos ambientales saudíes son considerados greenwashing. La expansión de la energía fósil y las emisiones previstas de construcción contradicen los principios de sostenibilidad de la FIFA.
Responsabilidad de la FIFA y críticas
La FIFA enfrenta un creciente escrutinio, especialmente tras una denuncia oficial presentada en mayo de 2025 por abogados internacionales. La denuncia destaca cinco áreas críticas: libertad de expresión, arrestos arbitrarios, independencia judicial, derechos de los migrantes y derechos de las mujeres. No hay pruebas de que la FIFA haya adoptado un plan transparente para exigir el cumplimiento saudí.
Llamados al boicot y alternativas
A raíz de las violaciones persistentes, han surgido campañas globales que exigen boicotear el Mundial 2034. Activistas enfatizan la explotación masiva de trabajadores migrantes en proyectos como NEOM, donde miles han sufrido robo salarial, condiciones peligrosas y trabajo forzado.
Una concesión éticamente comprometida
La decisión representa un proceso profundamente defectuoso y contrario a los valores declarados por la FIFA. A pesar de reformas mínimas, Arabia Saudita continúa restringiendo libertades fundamentales y reprimiendo a minorías, incluidas personas LGBTQ. Organizaciones como Amnesty International advierten que la decisión de la FIFA ignora deliberadamente estas violaciones.