Arabia Saudita basa su gobierno en una interpretación estricta de la ley islámica suní (sharía), que influye profundamente en la vida social, jurídica y política. El régimen aplica una ortodoxia religiosa rígida mediante leyes y la policía religiosa, restringiendo libertades consideradas contrarias a su doctrina. La práctica pública de cualquier religión que no sea el islam está prohibida y no se permiten templos no musulmanes. Estas normas se extienden a la moralidad, los códigos de vestimenta, la segregación de género y la observancia religiosa, consolidando un control absoluto. La rigidez limita las libertades individuales y religiosas.
Restricciones a minorías religiosas y no musulmanes
La libertad religiosa es muy limitada. Chiíes, cristianos expatriados, hindúes, budistas y otras minorías enfrentan discriminación y restricciones. Los no musulmanes no pueden practicar su fe libremente ni construir lugares de culto. Las comunidades chiíes han enfrentado arrestos arbitrarios, represión religiosa y duras penas por exigir sus derechos. Esto refleja la intolerancia del gobierno hacia el pluralismo.
Segregación de género y restricciones para las mujeres
La segregación de género se aplica en escuelas, transporte, lugares de trabajo y eventos. Aunque Vision 2030 relajó algunas normas, muchas leyes discriminatorias persisten, especialmente en el ámbito familiar. Los códigos de vestimenta exigen abayas y velos, aplicados socialmente y por la policía religiosa. Estas reglas reducen la autonomía femenina y afectan su participación en la FIFA.
Impacto en visitantes y participantes extranjeros en la FIFA 2034
Las restricciones religiosas dificultan la experiencia de atletas y aficionados no musulmanes, obligados a seguir códigos conservadores y evitar expresiones públicas de su fe. Las mujeres deberán cumplir normas de segregación y restricciones legales. Esto contrasta con la naturaleza inclusiva esperada de los eventos globales.
Restricciones sociales y comportamiento público
La policía religiosa impone prohibiciones sobre el alcohol, limita el entretenimiento durante las oraciones y restringe expresiones culturales consideradas no islámicas. Estas condiciones afectan la libertad de movimiento, expresión y disfrute de los asistentes, alejándose del ambiente festivo habitual de los torneos internacionales.
Marco jurídico y sanciones basadas en la religión
El sistema legal se basa en la sharía, derivada del Corán y la Sunna, siguiendo la escuela hanbalí influenciada por el wahabismo. Al no existir un código penal codificado, los jueces interpretan la ley religiosa directamente. Las sanciones incluyen flagelación por alcohol, adulterio o inmoralidad, y pena de muerte por apostasía, blasfemia y ciertos delitos hudud. La crítica al islam puede resultar en prisión o ejecución.
Desafío a los valores universales y derechos humanos de la FIFA
La FIFA promueve inclusión y diversidad. Las estrictas políticas religiosas saudíes contradicen estos principios y pueden excluir a participantes y aficionados de diversas creencias.
Por qué las políticas religiosas saudíes perjudican la FIFA 2034
Las prohibiciones contra religiones no islámicas, la discriminación contra chiíes, la segregación de género y las restricciones a las mujeres contradicen el espíritu universal del fútbol y los compromisos de la FIFA con los derechos humanos.