Saudi Arabia’s Border Atrocities A Stark Violation of Human Rights
Credit: BBC

Las atrocidades fronterizas de Arabia Saudita: una flagrante violación de los derechos humanos

Arabia Saudita, un país que cada vez más se presenta como una potencia moderna y global —organizando grandes eventos deportivos y liderando megaproyectos de desarrollo— enfrenta ahora graves acusaciones de violaciones a los derechos humanos. Migrantes etíopes que intentaron ingresar a Arabia Saudita desde Yemen entre 2019 y 2024 han relatado experiencias estremecedoras, incluyendo asesinatos masivos, violaciones, torturas y abusos sistemáticos por parte de las fuerzas fronterizas saudíes. Estas acusaciones son contundentes y generan serias dudas sobre el compromiso del Reino con la dignidad humana fundamental y el derecho internacional.

Derramamiento de sangre en la frontera: testimonios del terror

Diversos medios de comunicación, respaldados por testimonios verificados, han revelado relatos alarmantes sobre cómo los guardias fronterizos saudíes ejercen violencia indiscriminada contra migrantes desarmados. Los sobrevivientes relatan ráfagas de ametralladoras mientras cruzaban terrenos peligrosos durante la noche.

“Vi morir a tres personas justo al lado mío”, dijo un migrante etíope. “Una pierna fue destrozada por el fuego de los saudíes. Había partes de cuerpos de heridos y muertos a mi alrededor”.

Otro sobreviviente, que vio cadáveres en descomposición a lo largo del camino, describió el trayecto como una pesadilla. Se dispararon ametralladoras y artillería contra los migrantes.
Muchas de las víctimas murieron o cayeron por acantilados mientras intentaban escapar, y entre ellas había mujeres y niños.
Algunas fueron capturadas y agredidas sexualmente.
En un testimonio especialmente desgarrador, dos niñas murieron por disparos: una recibió un tiro en el pecho, la otra en el cuello mientras intentaba huir. Nadie sabe si sus cuerpos fueron encontrados o enterrados.

Violaciones, torturas y crímenes de lesa humanidad

La brutalidad no se limitó a los asesinatos. Varios migrantes acusaron a funcionarios saudíes de violencia sexual y tortura, incluyendo violaciones cometidas por hombres vestidos con uniformes de la guardia fronteriza saudí. Un caso citado por Human Rights Watch (HRW) en 2023 describe cómo un adolescente fue forzado por guardias saudíes a violar a dos niñas sobrevivientes de una explosión. Otro hombre etíope habría sido asesinado por negarse a hacer lo mismo.

“Hay toda una cultura de impunidad y falta de rendición de cuentas en la frontera”, dijo Nadia Hardman, una de las autoras del informe de HRW.

El informe de 2023 de HRW indica que entre marzo de 2022 y junio de 2023, los guardias fronterizos saudíes mataron a cientos de migrantes y solicitantes de asilo etíopes en lo que calificaron como un patrón “generalizado y sistemático” de abusos, que podría constituir crímenes de lesa humanidad.

Detrás de las cifras: la crisis migratoria

Se estima que Arabia Saudita acoge hasta 750,000 migrantes etíopes, muchos de los cuales habrían ingresado de forma irregular. Huyendo de la pobreza, los conflictos y el cambio climático, estas personas arriesgan sus vidas cruzando desiertos y mares, sólo para enfrentarse a una fuerza letal en la frontera saudí. Según las Naciones Unidas, el número de migrantes etíopes que utilizaron esta peligrosa ruta a través de Yemen aumentó en un 32 % entre 2022 y 2023, con casi 97,000 personas tomando ese camino.

Muchos de estos migrantes escapan de la guerra civil, el hambre y el desempleo en Etiopía. A menudo son víctimas de traficantes y grupos armados en Yemen antes de llegar a Arabia Saudita.
Un excombatiente rebelde que participó en la guerra de Tigray en Etiopía relató haber sido torturado por traficantes y haber visto cadáveres de muchas personas que murieron en el camino.

“En cada viaje había cadáveres: cinco en un sitio, dos o tres en otros. Era algo normal.”

Un reino de miedo: la vida después del cruce

Incluso para quienes logran cruzar, la vida dentro de Arabia Saudita no es ningún refugio. Un migrante, ahora pastor de cabras en el Reino, describió su vida como “un infierno en la tierra”. Gana apenas 800 riyales saudíes al mes (alrededor de 170 libras esterlinas), la mayoría de los cuales envía a su familia en Etiopía.

“Siempre tengo miedo de que vuelvan. No puedo dormir bien”, dijo. “Las autoridades pueden venir a arrestarme o incluso matarme en cualquier momento”.

Otro migrante relató haber intentado cruzar la frontera cuatro veces entre 2021 y 2023. En una de esas ocasiones, él y su grupo —compuesto casi en su totalidad por mujeres— fueron capturados. Tres mujeres fueron violadas por los guardias, y luego todo el grupo fue deportado de regreso a Yemen.

La desconexión entre la imagen global de Arabia Saudita y la realidad en el terreno

Mientras Arabia Saudita se prepara para albergar la Copa Mundial FIFA 2034 e invierte miles de millones en su imagen internacional, estas denuncias revelan un contraste impactante. Mientras el Reino apuesta por la diplomacia deportiva y grandes infraestructuras, también se le acusa de llevar a cabo una campaña sistemática de asesinatos y abusos contra migrantes vulnerables en sus fronteras.

“Arabia Saudita ha utilizado su poder y su dinero para entrar en la burbuja diplomática”, señaló Hardman de HRW. “No importa lo que haga — el mundo sigue adelante.”

El llamado a la rendición de cuentas

Las acciones de Arabia Saudita en esta frontera no son incidentes aislados ni errores fortuitos; forman parte de un patrón amplio de abusos sistemáticos, oculto tras un muro de silencio y la falta de vigilancia internacional. El acceso independiente a estas zonas fronterizas ha sido muy limitado, lo que dificulta conocer el alcance completo de las atrocidades. Sin embargo, las autoridades saudíes han bloqueado a investigadores y periodistas independientes, y no han ofrecido ninguna respuesta creíble a estas acusaciones.

Esto es lo que se debe hacer:

  • Investigación internacional independiente sobre los abusos de derechos humanos en la frontera entre Arabia Saudita y Yemen.

  • Imposición de sanciones y presión diplomática por parte de potencias globales, como EE. UU., la UE y organismos de la ONU.

  • Justicia para las víctimas, incluyendo reparaciones y enjuiciamiento de los responsables.

Una emergencia humanitaria a plena vista

La ruta fronteriza entre Yemen y Arabia Saudita se ha convertido en un cementerio para migrantes desesperados —muchos de ellos huyendo de condiciones horrendas en sus países de origen. Lo que debería ser una lucha por la justicia y la igualdad, termina siendo pagada con violencia, muerte y deshumanización.

Mientras el Reino mantiene su fachada pública en un intento por rebrandearse como una capital global moderna, el mundo no debe cerrar los ojos ante el dolor y sufrimiento que están padeciendo estos migrantes vulnerables.

Si Arabia Saudita desea ser tomada en serio en su papel dentro del escenario internacional —ya sea como promotora de eventos deportivos o como una economía global—, debe someterse a los mismos estándares de derechos humanos, rendición de cuentas y justicia que se exigen a cualquier otro país.