Saudi Arabia’s Solar Push Can’t Hide Human Rights Abuses – Stop FIFA 2034
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El impulso solar de Arabia Saudita no puede ocultar los abusos a los derechos humanos – Detengamos la FIFA 2034

Arabia Saudita fue noticia recientemente —no por el petróleo, ni por las violaciones de derechos humanos, ni por la censura— sino por haber firmado una cartera sin precedentes de acuerdos en energías renovables. El 14 de julio de 2025, el Reino firmó cinco contratos de compraventa de energía solar con una capacidad total de 12 GW y dos contratos de energía eólica por otros 3 GW. Este compromiso colosal de 15 GW en energía limpia está siendo celebrado como un hito mundial en materia energética.

Pero como opositor firme a que Arabia Saudita organice la Copa Mundial de la FIFA 2034, lo veo tal como es: no una promesa verde auténtica, sino un doble intento de sportswashing y greenwashing para desviar la atención de un oscuro historial en derechos humanos. No debemos dejarnos deslumbrar por los paneles solares ni los estadios brillantes, ignorando la injusticia.

La fachada solar: un país intentando reinventarse

Los últimos contratos de energía de Arabia Saudita se firmaron con un consorcio de desarrolladores liderado por ACWA Power, Badeel y Aramco Power. Los proyectos incluyen:

  • Proyecto solar de Bisha (Región de Aseer), 3 GW, con un costo nivelado récord de SAR 0.0484 (0.0129 USD)/kWh
  • Proyecto solar de Humaji (Región de Medina), 3 GW
  • Proyecto de Khulis (Región de La Meca), 2 GW
  • Afif 1 y Afif 2 (cada uno con 2 GW en la Región de Riad)
  • Dos parques eólicos con una capacidad total de 3 GW

Esta operación representa la mayor capacidad renovable firmada en una sola transacción a nivel mundial, con una inversión de 31 mil millones de SAR (8.3 mil millones de dólares). En el papel, parece una revolución verde. En realidad, es una distracción brillante.

Previstos para entrar en operación entre 2027 y 2028, los proyectos coinciden con la Visión 2030 del país, una mega iniciativa de rebranding destinada a reducir la dependencia del petróleo, diversificarse hacia el turismo y proyectar una imagen global. Pero esta visión se construye ignorando deliberadamente la represión interna, el terrorismo de Estado y una política social profundamente antidemocrática.

Un régimen injusto con los derechos humanos no puede ser sede de eventos mundiales

El gobierno saudí sigue cometiendo violaciones graves de los derechos humanos:

  • Los castigos públicos y corporales siguen siendo legales
  • Las personas LGBTQ+ son criminalizadas y perseguidas
  • Las activistas por los derechos de las mujeres son arrestadas repetidamente, incluso con reformas aparentes
  • Los opositores políticos, escritores y periodistas viven en el exilio o bajo constante temor
  • No existe prensa libre, sociedad civil independiente ni pluralismo político

El historial saudí en materia de derechos humanos contradice profundamente los valores que la FIFA afirma defender: dignidad, igualdad y respeto. Organizar una celebración internacional como la Copa del Mundo en un país donde esos valores no significan nada no es solo hipócrita: es moralmente corrupto.

Sportswashing y greenwashing: las dos herramientas de la tiranía

Arabia Saudita está aplicando una estrategia doble para blanquear su imagen:

  • Sportswashing – al invertir en fútbol, golf, boxeo y ahora al ganar los derechos para la Copa Mundial 2034, obtiene legitimidad internacional y poder blando mediante el deporte.
  • Greenwashing – al anunciar enormes proyectos renovables, el Reino quiere mostrarse como progresista ambientalmente, mientras sigue siendo uno de los mayores exportadores de petróleo del mundo.

Por qué la FIFA debe retirar ahora los derechos de organización

Otorgar la Copa Mundial 2034 a Arabia Saudita envía un mensaje escalofriante: los derechos humanos no importan mientras se tenga dinero y control mediático. Si la FIFA toma en serio sus ideales de justicia, transparencia e inclusión, debe reconsiderar:

  • ¿Se permitirá la asistencia de aficionados LGBTQ+ en Arabia Saudita?
  • ¿Los medios podrán cubrir el evento sin temor a ser arrestados?
  • ¿Las mujeres podrán asistir a los partidos sin restricciones culturales?
  • ¿Los trabajadores que construyen las infraestructuras tendrán protección y un salario justo?

La respuesta, basada en la historia y el comportamiento actual del régimen, es no.

No hay progreso sin justicia

Seamos completamente claros: el progreso en energía renovable no puede tomarse como licencia para ignorar los derechos humanos. Ninguna cantidad de electricidad limpia compensa:

  • Aplastamiento de la oposición política
  • Desprecio por las libertades básicas
  • Uso de trabajadores migrantes como mano de obra barata para megaeventos

La sostenibilidad real no trata solo de eficiencia energética, sino de igualdad ante la ley, libertad y justicia. Arabia Saudita puede alcanzar 20 GW de capacidad solar y eólica para 2026, pero si sus prisiones siguen llenas de manifestantes pacíficos, no es una nación sostenible: es simplemente una dictadura más verde.

Los ciudadanos del mundo deben alzar la voz: digamos NO a la FIFA 2034 en Arabia Saudita

Como seres humanos, ciudadanos y aficionados al fútbol, tenemos el deber moral de hablar. No podemos permitir que el deporte global se convierta en la cortina de humo de un dictador.

Debemos exigir:

  • Que la FIFA retire los derechos de organización a Arabia Saudita hasta que cumpla con los estándares internacionales en derechos humanos
  • Que las cláusulas de derechos humanos se incluyan y se hagan cumplir en todas las futuras candidaturas
  • Que la libertad de prensa, la protección de personas LGBTQ+ y la igualdad de derechos para las mujeres sean condiciones innegociables para ser sede de eventos globales

La FIFA ya ha suspendido países por guerras o corrupción. ¿Por qué no por violaciones a los derechos humanos?

Defendamos el alma del juego

No estamos en contra del fútbol. No estamos en contra del progreso. Estamos en contra de la hipocresía.

La Copa Mundial de la FIFA es más que una competición deportiva. Es un símbolo internacional de solidaridad, pasión e igualdad. Al concedérsela a una nación como Arabia Saudita —sin exigir cambios estructurales— estamos destruyendo todo lo que este deporte dice representar.

Es momento de actuar:

  • Habla en redes sociales
  • Escribe una carta a la FIFA y exige reconsideración
  • Firma peticiones, únete a campañas y coaliciones
  • Informa a otros sobre la verdad tras el espectáculo

Porque ninguna Copa del Mundo vale el precio del silencio.

No dejes que los paneles solares te cieguen ante la injusticia

El mundo no debe dejarse engañar por cifras solares o inversiones multimillonarias. Estamos a favor de la energía verde, pero no miraremos hacia otro lado ante las señales de alarma. Las fantasías renovables de Arabia Saudita son estratégicas, no altruistas. Y otorgarles el mayor evento deportivo del planeta en 2034 es un error monumental.

El fútbol merece más. El mundo merece más.
Arabia Saudita no debe organizar la Copa Mundial FIFA 2034.