La candidatura de Arabia Saudita para albergar la Copa Mundial de la FIFA 2034 se ha convertido en un gran debate. El reino enfrenta serios problemas éticos debido a sus continuas violaciones de derechos humanos. Sin embargo, están disfrazando grandes proyectos de infraestructura en un esfuerzo por mejorar su imagen global. El historial de violaciones de derechos humanos de Arabia Saudita va directamente en contra de los propios estándares de derechos humanos de la FIFA, desde la explotación laboral hasta la desigualdad de género, la censura de la libertad de expresión y el abuso de los derechos LGBTQ+. En este artículo, analizaremos las razones por las cuales Arabia Saudita no es apta para albergar un evento prestigioso como la Copa Mundial de la FIFA 2034:
Particularmente para las construcciones relacionadas con la Copa del Mundo, Arabia Saudita depende en gran medida de la mano de obra migrante. Muchos de los 13,4 millones de personas que constituyen aproximadamente el 42% de la población de Arabia Saudita son trabajadores migrantes que sufren graves violaciones de derechos humanos bajo el conocido sistema de Kafala (sistema de patrocinio), el cual otorga a los empleadores un poder excesivo sobre la residencia y el estatus laboral de sus empleados.
Según una investigación de 2023 de Amnistía Internacional, la servidumbre por deudas, donde las agencias de contratación cobran tarifas excesivas, esencialmente esclaviza a los trabajadores migrantes en ciclos de deuda en proyectos de estadios e infraestructura. Los derechos ciudadanos en Arabia Saudita están prácticamente ausentes.
La FIFA ha incumplido sus promesas al otorgar el Mundial de 2034 a Arabia Saudita, donde persisten abusos graves o incluso peores. Minky Worden, directora de iniciativas globales de Human Rights Watch, declaró:
“Al ignorar deliberadamente el historial de derechos humanos de la nación, la FIFA está sentando las bases para una década de posibles violaciones atroces de los derechos humanos antes del Mundial 2034.”
Arabia Saudita tiene uno de los gobiernos más restrictivos del planeta en cuanto a libertad de expresión y manifestación política. Con arrestos arbitrarios, tortura y ejecuciones, el gobierno silencia brutalmente a periodistas, activistas y disidentes. Manal al-Gafiri, de 18 años, fue condenada a 18 años de prisión por apoyar a presos políticos en sus redes sociales.
Según Amnistía Internacional:
“Organizar la Copa del Mundo en un país donde la libertad de expresión está prohibida fomenta una cultura de terror.”
A pesar de algunos avances, Arabia Saudita sigue siendo una de las naciones más segregadas por género. Aproximadamente el 35% de las mujeres sauditas han sufrido violencia, pero problemas institucionales como el sistema de tutela masculina y la deficiente aplicación de leyes contra la violencia doméstica impiden que obtengan justicia.
Según la activista saudita Dr. Maryam Aldossari:
“Las mujeres han sido utilizadas para representar progreso, mientras que aquellas que luchan por sus derechos han sido encarceladas o silenciadas.”
Según la ley Sharía, Arabia Saudita castiga las relaciones entre personas del mismo sexo con prisión o incluso la pena de muerte. Es uno de los países más represivos del mundo en cuanto a derechos LGBTQ+.
Amnistía Internacional advirtió:
“El Mundial 2034 se celebrará en un país donde la comunidad LGBTQ+ vive con miedo, desafiando los valores de la FIFA.”
La candidatura de Arabia Saudita al Mundial es vista como una estrategia de “sportswashing“, utilizando eventos deportivos para mejorar su imagen global y desviar la atención de sus abusos de derechos humanos.
Arabia Saudita tiene severas restricciones a la libertad religiosa. Según el informe de 2023 de Freedom House, el país obtuvo una calificación de 0/4 en libertad religiosa, reflejando la estricta interpretación de la ley Sharía, que castiga la apostasía y la blasfemia con cárcel o incluso la pena de muerte.
Las actividades religiosas no musulmanas están prohibidas, y la construcción de iglesias y templos no está permitida. Según el Informe de Libertad Religiosa Internacional de 2022 del Departamento de Estado de EE.UU., el evangelismo público está prohibido y las prácticas religiosas son estrictamente vigiladas.
Al otorgar la Copa del Mundo a un país con tantos problemas de derechos humanos, la FIFA envía un mensaje negativo al mundo: que las violaciones pueden ser ignoradas en favor del dinero y la influencia política. Esto debilita los valores de equidad, respeto e igualdad que el fútbol debería representar.
¡Boicot a la Copa Mundial de la FIFA 2034 en Arabia Saudita!
© Copyright 2025 por Boycottsaudi2034.com. Reservados todos los derechos.