Durante la 80ª Asamblea General de las Naciones Unidas, el ministro saudí de Economía y Planificación, Faisal bin Fadel Al-Ibrahim, pronunció palabras contundentes: la juventud es la «clave» del desarrollo sostenible internacional. Elogió la visión del príncipe heredero Mohammed bin Salmán, centrada en la juventud, y presentó la Visión 2030 como plan maestro para la planificación futura y la inversión en los jóvenes.
Pero la retórica es fácil. Si miramos los datos y los registros empíricos disponibles, las inconsistencias son evidentes. Las políticas internas de Arabia Saudita —especialmente en materia de derechos humanos, libertad de expresión y relaciones laborales— entran en conflicto con la idea de que sea un verdadero defensor de la juventud. Peor aún: otorgarle a Arabia Saudita la Copa Mundial de la FIFA 2034 amenaza con convertir el empoderamiento juvenil en un instrumento de relaciones públicas, no en un compromiso real.
El mensaje saudí en la ONU: ambición con giro propagandístico
En la ONU, el liderazgo saudí presentó tres pilares de su visión:
- La juventud como arquitecta de la sostenibilidad global.
- La Visión 2030 como plan de implementación sostenible.
- El príncipe heredero Mohammed bin Salmán como un reformador joven.
Pero estos mensajes suenan más a marketing que a sustancia cuando se comparan con la realidad doméstica y las métricas objetivas.
Desempleo juvenil y realidades económicas
Si la «clave» son los jóvenes, lógicamente Arabia Saudita debería tener tasas ejemplares de empleo juvenil. Sin embargo, las estadísticas indican un panorama preocupante:
- En 2024, la tasa de desempleo juvenil (15–24 años) fue del 13,7 %, apenas menos que el 13,8 % en 2023.
- A nivel internacional, el promedio es de 15,7 %, por lo que Arabia Saudita no es líder, solo está en la media.
- En 2021, el desempleo juvenil fue significativamente peor: 19,7 %, con avances lentos desde entonces.
- A inicios de 2025, el desempleo femenino juvenil alcanzó el 20,7 %, casi el doble del desempleo masculino (11,6 %).
- La participación laboral de los hombres jóvenes cayó a un mínimo del 33 %, con un ratio empleo-población de 29,2 %.
Estas cifras reflejan un desajuste estructural: mientras Arabia Saudita presume su visión en el exterior, muchos jóvenes dentro del país siguen desempleados o sin acceso a oportunidades significativas.
Contraste con el desempleo general
Para entender la brecha:
- La tasa de desempleo general se mantiene entre el 3,9 % y el 5 %.
- A finales de 2023, el desempleo de los ciudadanos saudíes cayó a 7,7 %, mientras que el desempleo total (incluyendo expatriados) fue de 4,4 %.
Esto significa que el desempleo juvenil es 3 a 4 veces mayor que el promedio nacional, una clara señal de que los jóvenes siguen desproporcionadamente desfavorecidos.
Derechos humanos, sportswashing y la FIFA 2034
Más allá del mercado laboral, el discurso sobre el empoderamiento juvenil suena vacío si se observa el historial de Arabia Saudita en derechos humanos. La adjudicación de la Copa Mundial 2034 al reino no es la excepción y plantea varios problemas críticos:
- Libertad de expresión: activistas, escritores y jóvenes reformistas son censurados, arrestados e incluso condenados a largas penas de prisión por discursos pacíficos.
- Derechos de las mujeres: aunque ha habido avances, persiste la discriminación de género, reflejada en las diferencias de desempleo y en las restricciones de libertades.
- Exclusión LGBTQ+: las relaciones homosexuales siguen criminalizadas, en contradicción directa con las políticas de inclusión de la FIFA.
- Abuso de trabajadores migrantes: las obras de infraestructura y estadios dependen de trabajadores sometidos a condiciones peligrosas, retrasos salariales y escaso acceso a recursos legales.
Muertes de trabajadores migrantes y peligros de infraestructura
La construcción necesaria para la FIFA 2034 genera gran preocupación:
- En los últimos años, se documentaron al menos 17 muertes de trabajadores migrantes nepalíes en Arabia Saudita durante 18 meses en grandes proyectos, la mayoría atribuida a negligencia y entornos laborales peligrosos.
- Mientras que la Copa Mundial de Qatar 2022 fue criticada por haber causado miles de muertes de trabajadores, Arabia Saudita no cuenta con procedimientos de supervisión similares para proteger a los migrantes en proyectos de gran envergadura.
Esto significa que el riesgo de explotación masiva y muertes evitables antes de 2034 es muy real.
La hipocresía del discurso sobre la juventud
El discurso saudí en la ONU ensalzó a la juventud como motor de transformación, pero la realidad es distinta:
- Desempleo juvenil: 13,7 % vs. 4,4 % general.
- Desempleo femenino juvenil: 20,7 % vs. 11,6 % masculino.
- Participación laboral masculina juvenil: apenas 33 %.
- Arrestos de activistas y reformistas de alto perfil, reduciendo la libertad de expresión.
- Muertes y condiciones peligrosas entre los trabajadores migrantes en megaproyectos.
Estas cifras demuestran que el supuesto empoderamiento tiene más que ver con la propaganda que con la libertad y las oportunidades reales.
Por qué resistir a la FIFA 2034 en Arabia Saudita
Otorgar la Copa Mundial a Arabia Saudita implica múltiples riesgos:
- Contradicción con los valores de la FIFA: inclusión, diversidad y empoderamiento juvenil, en contradicción con la legislación y prácticas saudíes.
- Sportswashing autoritario: el torneo otorgará legitimidad al régimen mientras ocurren violaciones de derechos humanos en secreto.
- Costo humano de la construcción: los trabajadores migrantes probablemente enfrentarán malas condiciones y explotación, con muertes evitables como en Qatar 2022.
- Promesas vacías de empoderamiento juvenil: mientras el desempleo siga alto y las libertades restringidas, el torneo será propaganda, no una verdadera celebración de la juventud.
Llamado a la acción: salvar el fútbol, salvar a la juventud
Si Arabia Saudita realmente quiere empoderar a sus jóvenes, tendrá que hacer más que discursos en la ONU: reformar prácticas laborales, garantizar la libertad de expresión y asegurar la igualdad de derechos para todos sus ciudadanos. De lo contrario, otorgarle la Copa Mundial de la FIFA 2034 no solo es prematuro, sino dañino para la integridad del deporte y sus aficionados en todo el mundo.
Necesitamos exigir que la FIFA:
- Haga cumplir normas vinculantes de derechos humanos para todos los países anfitriones.
- Proteja a trabajadores, activistas y periodistas en las naciones organizadoras.
- Rechace el sportswashing de regímenes represivos.
La Copa Mundial debe representar libertad, diversidad y oportunidades para la juventud — no servir como un velo de represión. La comunidad global del fútbol debe unirse y decir: No a Arabia Saudita 2034.