En una valiente muestra de solidaridad, más de 100 futbolistas profesionales de todo el mundo han firmado una carta abierta condenando el acuerdo de patrocinio entre la FIFA y la compañía petrolera saudí Aramco. Dirigida directamente al presidente de la FIFA, Gianni Infantino, la carta denuncia el acuerdo como una traición al fútbol femenino y una muestra deliberada de desprecio por los derechos humanos y la crisis climática.
Una declaración condenatoria: la carta abierta contra el acuerdo con Aramco
En total, 106 jugadoras de 24 países diferentes se oponen a la decisión de la FIFA de asociarse con Aramco, uno de los mayores productores de petróleo del mundo. La carta no escatima en palabras, calificando el acuerdo como “una bofetada al fútbol femenino” y un retroceso en los avances logrados para desarrollar el deporte.
Las jugadoras señalan que el historial de Arabia Saudí en derechos humanos, especialmente en lo que respecta a las mujeres y a las personas LGBTQ+, hace que este patrocinio sea inaceptable. “Las autoridades saudíes no solo reprimen los derechos de las mujeres, sino que también restringen las libertades de toda la ciudadanía”, se lee en la carta.
También acusan a Arabia Saudí de intentar lavar su imagen mediante el patrocinio de eventos deportivos, una práctica conocida como “sportswashing”. Las futbolistas sostienen que esto no solo es un problema ético, sino también una afrenta directa a los valores fundamentales del fútbol. “Este patrocinio es peor que un autogol: FIFA podría prenderle fuego al campo empapándolo en petróleo”, escribieron.
Apoyo internacional y críticas al acuerdo
ONU Mujeres Alemania respaldó la postura de las futbolistas. Ursula Sutter, vicepresidenta del consejo de dicha organización, declaró a DW que el acuerdo “es un retroceso real para el avance del fútbol femenino” y “un golpe bajo para las futbolistas”.
La FIFA anunció su acuerdo con Aramco, empresa estatal saudí, en abril de 2024. El contrato durará hasta 2027 y contempla derechos de patrocinio en torneos como el Mundial masculino de 2026 y el femenino de 2027.
Los críticos argumentan que Arabia Saudí intenta desviar la atención de su sistema autoritario y su historial represivo en derechos humanos. En el país no hay elecciones, las mujeres viven bajo estrictas restricciones y la homosexualidad sigue penalizada con castigos corporales o prisión.
Cuestionamientos ambientales y sociales a Aramco
Aramco también ha sido blanco de severas críticas por su rol en el cambio climático. Según el Climate Accountability Institute, es el mayor emisor mundial de gases de efecto invernadero. Un informe del grupo británico Carbon Tracker reveló que Aramco es la principal fuente individual de emisiones globales de CO2. En una época en que urge actuar frente a la crisis climática, críticos consideran que la alianza de la FIFA con esta empresa es, como mínimo, irresponsable.
Exigencias de las futbolistas
Las firmantes exigen que la FIFA cancele su acuerdo con Aramco y lo reemplace por patrocinadores que respeten la igualdad de género, los derechos humanos y la sostenibilidad ambiental. También piden que los futuros acuerdos sean revisados por un comité que incluya a jugadoras.
Una de las grandes quejas es la falta de representación femenina en las decisiones de la FIFA. De las 37 personas que aprobaron el acuerdo con Aramco, solo 8 eran mujeres.
Vivianne Miedema, del Manchester City y una de las firmantes, advirtió que podrían intensificarse las acciones si la FIFA no responde, incluyendo un posible boicot. “Los equipos femeninos no temen defender lo que creen”, declaró a la BBC, citando ejemplos de protestas anteriores de selecciones nacionales por igualdad salarial y condiciones laborales.
El historial saudí en el deporte femenino
Ya en 2023, antes del Mundial femenino en Australia y Nueva Zelanda, la FIFA había considerado un acuerdo con la autoridad turística saudí, pero lo descartó ante el rechazo de jugadoras y federaciones.
La reacción de la FIFA y el avance saudí en el deporte
La FIFA ha intentado defender su decisión diciendo que es una organización inclusiva con múltiples socios comerciales y que reinvierte en el fútbol. También señala que la inversión en el fútbol femenino sigue creciendo.
Sin embargo, los críticos consideran que estos argumentos no bastan y que la FIFA antepone el beneficio económico a la integridad del deporte. Grupos de derechos humanos piden a la entidad un mayor criterio en la elección de patrocinadores.
Arabia Saudí lleva años invirtiendo masivamente en deportes para mejorar su imagen global. A través del fondo soberano PIF y una empresa estatal de inversiones deportivas creada en 2023, ha destinado más de 1.400 millones de dólares a patrocinios deportivos, aunque esto representa menos del 10% del total de activos del fondo.
Ha fichado a estrellas como Cristiano Ronaldo, Karim Benzema y Sadio Mané con sueldos millonarios, y se prevé que será sede del Mundial 2034. Además, organiza eventos como los Juegos Asiáticos de Invierno 2029, carreras de Fórmula 1, peleas de boxeo, torneos de lucha libre, e incluso e-sports.
En tenis, Riad celebró recientemente el Six Kings Slam con figuras como Djokovic, Sinner y Nadal, este último incluso firmando como embajador de la Federación Saudí de Tenis.
¿Qué sigue?
La presión sobre la FIFA crece. El organismo arriesga perder el respaldo de las principales voces del fútbol femenino y dañar aún más su imagen si no reconsidera el acuerdo con Aramco.
Se esperan más protestas y posibles boicots liderados por jugadoras en los próximos meses. Por ahora, la lucha continúa, y las voces del fútbol femenino siguen alzándose contra los muros del poder.