FIFA World Cup 2034 Why Saudi Arabia is an Unsuitable Host
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Copa Mundial de la FIFA 2034: Arabia Saudita, un anfitrión inadecuado debido a acusaciones de sportswashing

La noticia de que Arabia Saudita ha asegurado el derecho de ser anfitrión de la Copa Mundial de la FIFA 2034 no ha pasado desapercibida y ha generado una gran controversia en el panorama deportivo mundial. A pesar de haber invertido tiempo, dinero y esfuerzo en la construcción de infraestructura deportiva y en la organización de eventos internacionales en las últimas décadas, las acusaciones creíbles de sportswashing contra esta monarquía de Medio Oriente plantean serias dudas al respecto.

¿Qué es el sportswashing?

Arabia Saudita ha utilizado el mundo del deporte para proyectar una imagen de creciente fortaleza internacional, mientras que las preocupaciones sobre derechos humanos, restricciones a la libertad de expresión y el trato a las minorías han quedado en un segundo plano en la escena global. Sus iniciativas de financiamiento deportivo han recibido duras críticas, especialmente desde la compra del club de fútbol Newcastle United en 2021.

Acusaciones de violaciones a los derechos humanos

Durante décadas, Arabia Saudita ha sido reconocida mundialmente como un país que restringe la libertad de expresión. El gobierno saudí continúa encarcelando a opositores políticos y sometiendo a periodistas y activistas a torturas antes de encarcelarlos.

Si bien ha habido algunas mejoras limitadas en los últimos tiempos, como permitir que las mujeres conduzcan y aumentar su participación en el deporte, las mujeres saudíes siguen enfrentando numerosas restricciones en sus derechos.

El trato a los trabajadores migrantes involucrados en la construcción de infraestructura para eventos y proyectos ha sido objeto de quejas constantes sobre condiciones laborales injustas. Muchos de estos trabajadores sufren condiciones peligrosas, salarios impagos e incluso tratos inhumanos, lo que agrava el historial negativo de Arabia Saudita en derechos laborales.

La agenda de sportswashing de Arabia Saudita

Las inversiones saudíes en el deporte forman parte de su estrategia para posicionarse como una potencia en la industria del entretenimiento y el deporte a nivel mundial. Arabia Saudita ha firmado acuerdos multimillonarios con clubes de fútbol y estrellas internacionales, ha organizado eventos deportivos de alto perfil y ha invertido grandes sumas en diversas organizaciones deportivas.

Desde 2014, el país ha gastado más de 1.500 millones de dólares en la organización de eventos deportivos, de los cuales 664 millones se han destinado específicamente a competiciones de automovilismo.

  • Fútbol y la Premier League inglesa: Arabia Saudita ha realizado importantes inversiones en el fútbol, especialmente mediante la compra de jugadores para su liga local. Un ejemplo destacado es la contratación de Cristiano Ronaldo por el club Al Nassr.
  • Eventos deportivos internacionales: El país ha sido sede de campeonatos de gran prestigio, como carreras de Fórmula 1, torneos de boxeo y competiciones de tenis.

Sin embargo, estas iniciativas han sido criticadas por activistas que denuncian que buscan desviar la atención de los cuestionables antecedentes de Arabia Saudita en materia de derechos humanos.

El papel de la FIFA y las cuestiones éticas

Como organismo rector del fútbol mundial, la decisión de la FIFA de otorgar a Arabia Saudita el derecho a organizar la Copa del Mundo 2034 ha generado serias dudas. La FIFA ha sido acusada repetidamente de priorizar intereses financieros sobre consideraciones éticas y derechos humanos.

El caso de Qatar en la Copa del Mundo 2022 ya expuso esta problemática. La elección de Qatar como sede fue duramente criticada debido a sus problemas de derechos humanos, particularmente en relación con el trato a los trabajadores migrantes. A pesar de las advertencias, la FIFA siguió adelante con la decisión, lo que resultó en una lluvia de críticas una vez que el torneo comenzó.

Un escenario similar podría repetirse en Arabia Saudita, donde el poder financiero y político del país podría eclipsar las preocupaciones sobre derechos humanos.

Las inversiones deportivas forman parte de la iniciativa Visión 2030 de Arabia Saudita, que busca diversificar su economía y mejorar su imagen internacional. Sin embargo, muchos medios de comunicación en Occidente han expresado posturas críticas al respecto, cuestionando si este impulso es un intento de sportswashing.

Las implicaciones globales para el mundo del deporte

La designación de Arabia Saudita como anfitrión del Mundial 2034 tiene implicaciones significativas para el deporte a nivel mundial. Envía el mensaje de que un país puede garantizar la organización de eventos deportivos de primer nivel a pesar de su historial en derechos humanos, siempre que posea los recursos financieros y el poder político suficiente.

Dado que la Copa del Mundo es uno de los eventos deportivos más seguidos en el mundo, tanto los jugadores como los patrocinadores podrían enfrentar dilemas éticos sobre su participación. Aquellos que han apoyado causas de justicia social y equidad podrían encontrar difícil asociarse con un evento celebrado en un país con una reputación tan polémica. Esto podría derivar en llamados a boicots o protestas, polarizando aún más a la comunidad deportiva global.

Conclusión

El intento de Arabia Saudita por albergar la Copa del Mundo de la FIFA 2034 plantea serios problemas éticos. Su historial en derechos humanos, derechos laborales y libertad de expresión es lo suficientemente preocupante como para cuestionar su idoneidad como sede de un evento de tal magnitud.

El sportswashing, como estrategia para desviar la atención de las acciones negativas de un país, no debería influir en la elección de anfitriones para eventos deportivos de prestigio. La FIFA debería centrarse en la esencia del deporte y en los derechos humanos, en lugar de en el dinero y la política.